Historia del colegio


La bella y hermosa ciudad del Cumbe, añoraba desde inicios del siglo XIX y comienzos de la vida republicana, poseer un colegio destinado a la educación de los adolescentes cajamarquinos. Aún cuando, la costumbre de los habitantes acaudalados de esta zona era enviar a sus hijos a la ciudad de Lima, para estudiar en los colegios que existían en nuestro país. José Danmert Bellido1 en su obra “La generación brillante egresada del Colegio Central de Artes y Ciencias de Cajamarca” decía “… la costumbre había sido enviar algunos a los Colegios de San Martín y de San Felipe de Lima”.

El Obispo de Trujillo Don Baltasar Jaime Martínez de Compañón en 1784, obtuvo del Cacique Astopilco la donación de un terreno para la fundación del Colegio de operarios diocesanos además de obsequios en dinero; la cual se vio truncada por el traslado del Obispo a la capital metropolitana de Bogotá. Posteriormente el ayuntamiento de Cajamarca se propuso en sus constituciones trabajar por el establecimiento de un colegio. Así, en 1825 se logró por decreto prefectoral del General Orbegoso, crear el Colegio de Patriotas bajo la dirección del Coronel Mariano Castro y Taboada, sin embargo, por falta de rentas y local no se formalizó la creación.

Juan Antonio Torres, Juez de primera instancia en Cajamarca, y diputado al congreso de 1828, presenta el proyecto de ley para conceder local y rentas al colegio por fundarse.

“A 11 de noviembre de 1829 se promulga la ley que adjudicó el antiguo convento de la Recolección franciscana y sus rentas al Colegio Central de Ciencias y Artes2: no fue suficiente la resolución legislativa porque el local había estado ocupado por el ejército y hubo necesidad de repararlo. En junio de 1831 el gobierno decretó la apertura del colegio y nombró Director a Don José Diego de Zavala y Rector al cura de Santa Catalina don Juan Pío de Burga” (DAMMERT 1983, Pág. 6)
“El 8 de setiembre de 1831 se realizó la instalación y funcionamiento del “Colegio Central de ciencias y artes de Cajamarca”, gracias a la tesonera y constante labor del Alcalde de entonces, Dr. Manuel Castañeda y Hoyos, secundado por un grupo de distinguidos cajamarquinos” (SARMIENTO 1992, Pag. 128)

Según documentos escritos, el Colegio inició sus labores con 51 alumnos, de los cuales 20 eran capistas -jóvenes de escasos recursos, a quienes se les exoneraba de todo pago, a cambio de desempeñar determinada labor en el plantel: despensero, portero, pagador, enfermo, ayudante, etc.- y la participación cívica-moral de los alumnos y el rector en la gesta del 3 de enero de 1854 (proclamación de Cajamarca como Departamento), determinó la clausura y paralización de labores, desde enero de 1854 hasta su reinstalación de 1856 por el General Ramón Castilla. En esta época es cuando el Plantel toma el nombre de “San Ramón” en gratitud al Mariscal Castilla según afirma Sarmiento. Sin embargo, Dammert Bellido sostiene “centro de esta tradición religiosa, por circunstancias políticas, el colegio Central cambió de nombre en Nacional bajo la advocación del mercedario cardenal San Ramón”
Extraido del diario Panorama Cajamarquino (02 de setiembre del 2009).

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